Victoria sobre la Depresion

Para entender mejor el problema de la DEPRESIÓN, es necesario aclarar que no todos los momentos de tristeza son depresivos; la depresión tampoco es una debilidad del carácter, pero la verdad es que quien la padece, no puede liberarse de ella con sólo desearlo, debido a que la depresión es una auténtica enfermedad del alma, de tipo mental y emocional, pero con efectos físicos, porque está vinculada a reacciones bioquímicas del cuerpo; por lo que, sin la ayuda competente, los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años. En lo natural, hay muchas personas que padecen de depresión y pueden mejorar y hasta mantenerse estables si reciben la ayuda médica adecuada. También es necesario saber que hay aspectos espirituales que pueden deprimir a las personas, y en todo caso es necesario buscar la respuesta espiritual en la única fuente de libertad verdadera, que es Dios, mediante su Palabra y su Espíritu Santo. Como pastor, por años me he visto involucrado con infinidad de personas en casos de crisis depresivas, incluso en creyentes que consideraba espiritualmente saludables. Yo mismo fui asaltado por ese fantasma y casi me destruye. Recientemente tuve que atender a una joven que pasó por una experiencia sumamente difícil, pues se tuvo que cancelar su boda pocos días antes de su fecha, estando ella muy enamorada, por lo que me preocupé mucho y por un momento me sentí incompetente para ayudarla. Tuve que orar y buscar la sabiduría de Dios para abordar el problema, y en medio del proceso, cuando pensaba que no podría, Dios trajo a mi mente un gran letrero negro con letras grises que decía: DEPRESIÓN. Gracias a Dios, su Espíritu Santo me iluminó y me dejé conducir a través de su Palabra, para descubrir con mucha más claridad, que tanto el diablo, como Dios mismo, pueden usar la depresión para alcanzar sus fines. El diablo para robar, destruir y matar, y Dios para enseñarnos a depender de su gracia, y forjar nuestro carácter para alcanzar sus más excelentes propósitos: madurarnos hasta hacernos semejantes a su amado Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y hacernos útiles a su divino reino. Primeramente Dios me mostró algunas claves para entender la depresión en la Biblia, luego me mostró cómo obtener sus beneficios, y también cómo obtener la victoria sobre los demonios de la depresión que vienen del infierno. Cuando la idea se fue formando en mi mente y persistía, supe que Dios me estaba guiando para escribir sobre el tema, para ayudar a gran parte de su pueblo que se confunde y se deprime, desaprovechando sus circunstancias para obtener un bien espiritual, y quedando vulnerable a los intentos del diablo de destruirlo; para lo cual me aboqué a conocer más sobre el problema desde el punto de vista médico, así que tuve que estudiar, asesorarme, ordenar y resumir en una manera sencilla los datos obtenidos, de modo que, sin pretender dar una clase de la patología de este desorden mental y emocional, pudiera integrarlos a este pequeño instrumento de sanidad para el alma, a fin de comprender este problema y darle el mejor trato hasta su solución definitiva. Va pues, con el anhelo de ayudar a todo aquel que está luchando para obtener la victoria sobre este flagelo, que glorifique a Dios y le permita madurar en vez de sucumbir. En el Nombre de Jesucristo, Señor por sobre todas las cosas, a quien corresponde toda la gloria. ¡Amén!