El Quinto Evangelio
Según Flavinia Marcio
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About the Book
"…Como el día del Bautismo, de pronto el cielo cambió de forma, o de profundidad, la noche se truncó en una gran masa de manto negro y temible. Desaparecieron las estrellas, la luna nunca había salido, ahora estaría tragada por la inmensa concavidad de la tormenta que se gesta. No hubo trueno, no hubo relámpago. Se desgarró la oscuridad en un torrente de agua, la lluvia demandada por la escasa fe de Flavinia. Jesús que estaba a veinte pasos habría intervenido, después de todo. Ciertamente no era necesario saberlo. El ruido del agua creció de a poco sobre las piedras colgantes, el agua fue al hoyo en rebanadas de gran fuerza, dilatando el polvo que ya no es. Flavinia se desgarró el manto que se había aherido a su cuerpo de plomo, se abalanzó para abrazar el lodo, y arrancar una raíz muerta, una raíz que ahora tendría vida, entre el agua, y la tierra que se ha vuelto arcilla; se frotó el rostro, el cuello, hundió la cabellera antiguamente quemada, ahora la sentía ya resucitar al roce de las rocas, dejó que todos sus a–os y su cuerpo desnudo se bañaran como en Roma, sin perfume, pero con el agua que es más pura de la que baja del Palatino en Primavera.
El Quinto Evangelio establece un nexo entre el primer siglo de la cristiandad y el presente. Se lee en el Capítulo de La Ejecución:
"…Deodoro Contreras murió a las siete y cuarenta. La cámara quedó invisible para Vespasiano y el abogado, y para todos en verdad, cuando se corrió una pesada cortina. No les era permitido ver el descenso del cuerpo exánime desde el lecho de lino.
Se puede afirmar, sin metáforas, que se revivió una vez más la escena de la muerte en la cruz. No obstante, nadie esperó que Contreras pudiera acogerse esta vez a los beneficios de la resurrección…"
About the Author
Fernando Caballero, el autor de la presente novela, nació en el Paraguay. Estudió en la Argentina con los jesuitas, quienes – lo dice él – además de enseñarle Latín y Apologética, le fomentaron algunas costumbres buenas y otras malas. Viajó por varios países de América y Europa. Llegó a los Estados Unidos como corresponsal del diario El Tiempo, de Bogotá, Colombia. Su primera novela, El Río del Este, mereció muy buena crítica de Emmanuel Carballo, Donoso Pareja y La Prensa de Buenos Aires, entre otros. Recientemente publicó Ediciones Corregidor de Buenos Aires su segunda novela Sois como Dioses, y próximamente editará un nuevo libro, Codicia y Crimen.
Fernando Caballero ha colaborado en diversas publicaciones del continente. Es miembro del CEPI (Centro de Escritores y Poetas Iberoamericanos) de Nueva York, y es integrante de un jurado permanente de los certámenes literarios del CEPI.