¡Lo que no quiero hacer eso hago!

Capítulo 1 El pecado ya no es problema para con Dios Antes de entrar en mas detalles sobre porque el pecado ya no es problema para Dios, de seguro usted estará pensando en el Señor que ha menudo usted escucha en la iglesia. Casi la gran mayoría de los mensajes están centrados en cuan condenado esta el hombre, y cuanto usted tiene que hacer para obtener el favor de Dios. Se nos ha vendido la idea de un Dios enojado y molesto, se nos ha presentado a un Dios que aun no está satisfecho con la obra de su hijo en la cruz. Pero: ¿Que es lo que dice la Biblia al respecto? Mire lo que dijo el profeta Isaías referente a la obra de Jesús como siervo sufriente: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y “quedará satisfecho”. (Isaías 53:11) Las cursivas son mías. La versión Nueva Traducción Viviente lo pone de esta forma. Cuando vea “todo lo que se logró” mediante su angustia, quedará satisfecho. Cursivas mías. ¿Qué fue lo que Cristo logró? Cristo logró que el Padre quedara satisfecho. ¿Que otra cosa fue lo que Cristo logró? Jesús logró que la deuda que había por el pecado pendiente de Adán fuera pagada en su totalidad. Eso es lo que significa cuando la Biblia nos habla que fuimos justificados del pecado. La mejor manera que podríamos definir el ser justificado sería: Hemos sido declarados sin culpa ante Dios. Ahora bien: ¿Cómo fue que Cristo lo logró? La respuesta se encuentra en e mismo verso. … se logró “mediante su angustia”. Cursivas mías. Allí es donde radica el valor de la obra sustitutiva, el tomó lo que yo merecía para que yo pudiera disfrutar lo que el tenía en su relación con el Padre, una relación intima y profunda donde el pecado no tiene ningún valor ni trascendencia. Para que Jesús, se convertirse en mi buen pastor en donde nada me falta (me refiero al salmo veintitrés), el tenia que asumir mi lugar de sustitución del salmo veinte dos. El salmo veintidós describe toda su aflicción en el madero, mas adelante estaremos entrando en más detalles.